Natalia Zarco, enfermera de nuestro centro, nos trae estos interesantes consejos que pueden ser de gran ayuda para nosotros y nuestros hijos.
DECÁLOGO PARA TENER UNA BUENA RELACIÓN CON LA COMIDA DESDE LA INFANCIA
1- Que en la mesa siempre haya opciones saludables y variadas, y que ellos decidan cuánto y cómo comérselo. Así la elección siempre será buena.
2- Que formen parte del proceso de la alimentación, llevarles al mercado, que ayuden en la elección de los alimentos y en la preparación de los mismos con supervisión y seguridad.
3- Ofrecer siempre alimentos sin obligar, respeta su decisión de no querer probarlo. Para que un niño quiera probar algo hay que ofrecérselo mínimo 20 veces. Y si lo prueba debemos felicitarle por haberlo probado, no por si le gusta o no. Muy recomendable no ofrecer comida insana.
4- Innovar en la cocina, variar la forma de los preparados, que haya muchos colores.
5- Respeta su hambre o saciedad, si en ese momento no quiere, ofrécelo más adelante o dáselo luego si lo pide. Teniendo en cuenta que antes no haya estado comiendo alimentos insanos o chuches.
6- Son niños, con la comida si se juega. Hay que experimentar, tocarlo, olerlo, saborearlo, que ellos elijan las mezclas…para que así desarrolle sus preferencias y que acepte nuevos alimentos.
7- Usar tono neutral o positivo con la comida, evitar criticar y comparar con los hermanos u otros niños. No debemos exagerar nuestra reacción si come bien o come mal.
8- No prohibir, chantajear, obligar o sabotear a los niños con la comida. Totalmente desaconsejado frases tipo:
“si te comes la verdura te doy un helado” o “si no comes, mama estará muy triste o enfadada”
9- Comer en familia, usar ese momento para compartir lo que nos ha pasado ese día, que sea un acto social, y evitar hablar sobre la comida salvo para decir que está bueno. Que sea algo divertido y distendido. Que colaboren en poner y quitar la mesa.
10- Tener paciencia y dar ejemplo, cada niño evoluciona de una manera diferente y debemos aceptarlo y respetarlo, y seguir su ritmo. Si nuestros hábitos son saludables y tenemos buena relación con la comida, nuestros hijos también la tendrán. La paciencia nos ayudará a estar tranquilos y le ayudará a él a tomar sus propias decisiones y que estas sean adecuadas.